Y, finalmente, internet mató a Blockbuster Cerrará sus tiendas en los próximos dos meses

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No sobrevivirá. En los meses que restan para que acabe el año, la mayor cadena de videoclubes del mundo cerrará las tiendas, despedirá al 100% de la plantilla y liquidará el negocio. Se trata de Blockbuster, la tienda que nació el 19 de octubre de 1985 en Dallas, y que, en su momento de máximo esplendor, dio empleo a 130.000 personas a lo largo de 24 países. "No es una decisión fácil, pero no podemos obviar que la demanda de los consumidores se inclina claramente hacia la distribución de vídeo digital", explicaba ayer Joe P. Clayton, CEO de Dish, la empresa dueña de Blockbuster.

No por esperada la noticia ha creado un menor impacto. En 2011 Blocksbuster ya se declaró en quiebra. Cinco años antes había comenzado una estrategia de repliegue, saliendo de los países que peor rendimiento ofrecían con el fin de mesurar las pérdidas.

Fue el caso de España, que en 2006 vio caer todos sus locales después de catorce años de actividad, coincidiendo con un repunte de la piratería de películas que, con la popularización de las grabadoras de CD y DVD, se disparó del 5% al 60%. En una huída hacia delante contra las copias ilegales, Blockbuster salió también de Perú, Ecuador, Portugal y El Salvador. Más tarde se sumarían Argentina y Colombia.

Para 2010 el agua entraba a borbotones en el casco de la nave azul y amarilla. Los servicios de vídeo bajo demanda y de streaming le habían comido el terreno a Blockbuster, cuya estructura de venta física comenzó a debilitarse a medida que los actores digitales ganaron presencia en el mercado. En el gráfico inferior, que compara la evolución de Blockbuster (rojo) y Netflix (azul) en el parqué, puede observarse esta tendencia.

No obstante, cuando todo parecía perdido, el proveedor de televisión por cable Dish Network Corporation salvó a Blockbuster de la quema. Adquirió la compañía por 320 millones de dólares, asumiendo una deuda cercana los 1.000, con el fin de integrar el catálogo del videoclub en su sistema de ocio doméstico. Por entonces Dish prometió conservar al menos las "500 tiendas más representativas de Blockbuster", palabra que finalmente no ha podido, o querido, mantener.

 

Barrido digital

Con el adiós de Blockbuster se va también todo un modelo de negocio de gran éxito en los años 80 y 90, el del alquiler de películas, para no volver. Su lugar lo han ocupado los distrbuidores de contenidos digitales como Netflix. Nacido en 1997, el primer videoclub virtual del mundo no deja pasar un año ver crecer sus ingresos, hasta los 3.600 millones que registró el curso pasado.

Blockbuster salió de España en 2006 por el repunte de la piratería. Posteriormente haría lo propio con la mayor parte de su negocio en Latinoamérica

Curiosamente, Blockbuster tuvo en la mano subirse al carro de los nuevos tiempos. Fue concretamente en el año 2000, cuando el gigante azul se interesó en la compra de una pequeña startup, Netflix, que había encontrado un filón en la venta de DVD por correo. Blockbuster valía 3.000 millones y Netflix solo 50.

El precio no hubiera sido un impedimento de no ser porque en la planta noble de la cadena de videoclubes desdeñaron la visión de Reed Hastings, el joven CEO de Netflix. "No creemos que en el futuro vaya a triunfar el modelo de un único pago por una tarifa plana de películas", arguyeron desde Blockbuster.

 

Fuente: El Confidencial

 

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