No importa qué tanta experiencia tengamos ni cuánto conocimiento hayamos acumulado a lo largo de nuestra trayectoria laboral, como profesionales todos estamos expuestos a cometer errores porque antes que nada, somos seres humanos y por lo tanto, no somos infalibles.
En ese mismo sentido, es natural que a la mayoría de nosotros nos cueste trabajo admitir nuestras fallas sobre todo, porque esta resistencia es la forma en que intentamos mantener a salvo nuestra reputación y nuestro ego.
Sin embargo, un buen profesional debe aprender a aceptar sus equivocaciones no sólo por anteponer el bien de su empresa sino porque éste también es el camino para aprender de nuestros errores y corregirlos.
Cometer un error no es malo, lo realmente malo es tener la oportunidad de enmendarlo y no hacerlo. Por eso, en Jobomas te compartimos algunas sugerencias para que aprendas a reconocer tus fallas y logres superarlas lo más pronto posible.
#1. Asume tu responsabilidad
No busques el refugio más cercano para evadir tu responsabilidad; reconoce que no siempre podemos tener todo bajo control y que muchas veces los errores ocurren sin que podamos evitarlo. Recuerda también que las adversidades son oportunidades para crecer así que acepta que te equivocaste y ofrece una disculpa por la falla.
#2. Sé proactivo
Si ya tienes conocimiento del error, de inmediato toma en tus manos las riendas y hazte cargo de buscar soluciones para corregirlo. No esperes a que otros corrijan tu falla ni dejes que
#3. Actúa de inmediato.
No dejes pasar el tiempo ni dejes que las consecuencias del error puedan alcanzar dimensiones más graves. Sé oportuno para resolverlo y dedica todo el tiempo necesario para enmendarlo. Si es necesario, olvídate de tiempos libres o cualquier otra interrupción que pueda distraerte de darle solución al error. Por supuesto, informa a tus jefes de los avances que vayas obteniendo.
#4. No te confíes
Generalmente los errores ocurren por falta de atención. Si estás tratando de enmendar una falla, concéntrate y revisa todo minuciosamente para asegurarte que esta vez todo es correcto. Si es preciso, pide la ayuda de alguien más que pueda ayudarte a verificar que no hayas perdido ningún detalle.
#5. Aprende.
No te tortures por lo sucedido y encuentra en el error, la oportunidad de aprender. Cada falla es una lección para no volver a equivocarnos y ser más seguros y eficientes la próxima vez. No tengas miedo de compartir tu experiencia, al contrario, prevenir a otros colegas puede ayudar a mejorar su rendimiento y tener mejores procesos de calidad en el trabajo.
#6. Sin culpas.
Es cierto que cometiste un error pero hasta este punto has actuado como todo un profesional y has hecho lo posible por reparar el daño así que no te castigues por equivocarte, recuerda que errar es humano y muchas veces, inevitable. Asume la responsabilidad de tus acciones y sé firme para superarlas.
La mejor manera de superar los errores es seguir en movimiento. Nunca te dejes vencer ni te paralices frente a una error. Muchos son los profesionales que se equivocan pero muy pocos los que son capaces de dar soluciones; conviértete en uno de ellos.
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