La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, aseguró ayer con un tono muy optimista que el horizonte económico es "más brillante", pero advirtió que el crecimiento mundial "está atascado a baja velocidad y sigue por debajo de su potencial que se encuentra alrededor del 4%". Sin embargo, Lagarde añadió que su gran esperanza es que "2014 resulte transcendental y que sea el año en el que los siete años de debilidad, en términos económicos, se conviertan en siete años de bonanza".

La responsable del Fondo destacó el repunte en Estados Unidos y la salida de la recesión de la eurozona, aunque apuntó que las economías avanzadas encaran "crecientes riesgos de deflación". Sobre las economías emergentes, que han sido las locomotoras del crecimiento durante la crisis, Lagarde indicó que "un número creciente de ellas están ralentizándose a medida que el ciclo económico cambia" y deben prepararse para la volatilidad financiera a medida que avanza la retirada del estímulo monetario en EE UU.

El producto interior bruto (PIB) de Alemania experimentó en 2013 un crecimiento de cuatro décimas respecto al año anterior, cuando la economía germana se expandió un 0,7%, lo que supone su peor dato desde la caída del 5,1% registrada en 2009, según reflejan los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). El citado servicio resalta que la economía alemana en su conjunto permaneció "estable" en 2013, aunque reconoce que el crecimiento registrado el pasado año es inferior al 0,7% de 2012 y al 3,3% de 2011. Sin embargo, Destatis subraya que después de la fase de debilidad registrada el pasado invierno, la situación de la economía fue mejorando a largo del año 2013.

Fuente: La Nueva España