El sorprendente crecimiento del mercado del lujo en Chile Chile es el país más cotizado de Latinoamérica en el sector de lujo; sus ventas alcanzan los 15 millones de dólares al año

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Con ventas que bordean los US$15 millones al año, Chile es el país más cotizado de Latinoamérica por las marcas de vestuario de lujo internacionales, debido a su estabilidad económica; una infraestructura de retail muy desarrollada, y consumidores con poder adquisitivo.

A diferencia de hace una década, Chile es hoy el país más atractivo para las marcas de indumentaria de lujo internacionales ?incluso sobre México y Brasil- las que han llegado con sedes propias, en lugar de ingresar a las tiendas por departamentos. Esto se debe a que el país presenta una economía estable; una infraestructura de retail muy desarrollada que hoy se está abriendo a las marcas de lujo; consumidores con poder de compra, quienes además tienen la posibilidad de financiamiento en tiendas de lujo especializadas; menores impuestos y mayor seguridad.

Este fenómeno se refleja en las excelentes cifras: el mercado del vestuario de lujo en nuestro país se estima que vende cerca de US$15 millones al año y crece cerca de un 14% anual, lo que se proyecta que aumentará con los nuevos distritos y espacios dedicados al lujo y el arribo de más marcas, entre ellas de categoría premium muy bien posicionadas en el mundo.

Sin embargo, la Asociación de Marcas de Lujo (AML) aclara que pese a que es una Industria en franco crecimiento, aún no llega a una tendencia de LifeStyle, en la que los consumidores viven la experiencia acorde a su estilo de vida, con marcas que lo potencian en su conjunto. "Las empresas de este rubro en Chile tienen el desafío de educar a sus consumidores en este sentido, proceso que recién está empezando a desarrollarse", sostiene Nicholas Parkes, Presidente de AML.

 

Chilenos más osados al vestirse

Los chilenos están cambiando su manera de vestir, especialmente en el segmento lujo. Destaca una tendencia a ser más osados y entretenidos, prefiriendo productos que los destaquen y diferencien, con más diseño. Por ejemplo, están usando pañuelos de colores en el bolsillo de la chaqueta, insignias en el ojetillo de la chaqueta sport y en el terno; pantalones "slim fit" y de gabardina de azul, verde, y tonos desierto de Sahara. Y en calzado, están dejando el tradicional café y negro, por el color tostado, de gamuza ? solos y/o con plantas de color- y clásico con plantas deportivas. Un nuevo concepto de elegancia que expresa una actitud fresca y buena, vagamente aristocrática, compuesta por prendas modernas y de refinados detalles.

El concepto 2014 para el vestir del hombre es "impecable", lo cual no lo hace perfecto sino que se enfoca en prestar la máxima atención en si mismo, de una manera elegante y acogedora, reflexiva y seductora, comunicando su personalidad a través de la contemporaneidad de las particularidades técnicas.

Para las mujeres, la temporada 2014 trae un estilo y depuración llevada al extremo, reflejando una forma de presentarse pura, natural, nunca afectada, donde la esencia es la gracia y contemporaneidad, con un gran sentido de la elegancia urbana, con tejidos ligeros para el día, y color canela y sofisticados matices bronceados y ligeramente dorados. En zapatos, explica Andrea Sandoval de Salvatore Ferragamo, la plataforma quedó de lado. "Ahora la silueta del calzado es mucho más puntiaguda y estilizada, con tacos muy finos. Hay variedad de materiales, donde se incluyen el nabuck, ratán tejido y napas perforadas", afirma.

 

Perfil de los consumidores

En el segmento lujo del vestuario es donde se marcan las tendencias internacionales, y que posteriormente serán moda a través de su masificación. Para la temporada primavera-verano -explican los representantes de la Asociación de Marcas de Lujo de Chile- la tendencia son los zapatos y accesorios coloridos ? como el naranjo, el amarillo y el turquesa, y también los colores nude-, las camisas de jeans y de lino en colores, los vestidos cortos y largos.

En esta categoría, los hombres llevan la delantera, representando el 60% de las ventas, y a diferencia de las consumidoras femeninas, suelen ser mucho más fieles a las marcas. En este punto destaca la tendencia de los consumidores del sexo masculino por tener colecciones de zapatos, representando este ítem hasta un 30% de las ventas en esta Industria.

Los compradores de vestuario de lujo, a nivel nacional, destacan además por tener en promedio más de 45 años; estando aún en deuda la misión de atraer más consumidores jóvenes, principalmente ejecutivos que ocasionalmente adquieren estos productos como parte de su necesidad social o para darse un gusto, segmento que en Europa está mucho más desarrollado.

En este mercado también se identifican dos tipos de consumidores. Está el cliente cosmopolita, habituado al lujo, que compra productos y servicios de esta índole en nuestro país y el extranjero; que se informa internacionalmente de las tendencias, y llega a las tiendas especializadas hasta unas 8 veces por temporada, como paseo y en busca de novedades. Y el cliente el aspiracional, que también tiene el poder económico para comprar productos de este tipo; que visita las tiendas especializadas hasta dos veces por temporada, y compra productos de alta gama para validarse en el segmento que está o que desea estar.

En el caso de los jóvenes, en gran medida se acercan al lujo a través de las corbatas y los zapatos; a este último porque es una tradición que heredan de sus padres, sobretodo por el confort. Es típico, por ejemplo, que el novio compre en tiendas de lujo estas prendas para el matrimonio. Las ejecutivas jóvenes, para destacarse, muchas veces acompañan su vestuario de oficina con refinados zapatos y buenos accesorios, como cinturones y pañuelos, porque son los complementos que hacen una tenida, sin necesidad de gastar demasiado en ropa.

 

La consolidada relojería de lujo

Los relojes del segmento lujo representan también un mercado consolidado en Chile, con un volumen de ventas anuales de US$16 Millones, y un crecimiento cercano al 14% anual en el 2012. Para el 2013, se espera que la tendencia continúe, y las preferencias de los consumidores se acerquen a relojes con movimientos técnicos más complejos, de mayor tamaño, y materiales innovadores, como la cerámica y el titanio.

Si bien los consumidores de relojes de lujo son homogéneos en género, las motivaciones son variadas, desde buscar el reconocimiento de los demás, hasta para quienes un reloj de colección significa un objeto de culto.

"La relojería de lujo es un mercado consolidado en nuestro país, con presencia de casi todas las principales marcas internacionales. Estamos viviendo un renacimiento técnico y comercial, con importantes innovaciones en la materialidad, como el silicio y la cerámica. La aparición de nuevas marcas independientes, además del fuerte crecimiento de las más tradicionales, demuestran la excelente salud de esta industria, que luego de la revolución del cuarzo en los años 70, se pensó moriría", explica Constanza Briones, de HBC Briones.

Algo que caracteriza tanto a los compradores ocasionales, como a coleccionistas de relojes de lujo, es que conocen y valoran a la perfección los orígenes, características y cada detalle de estas obras de arte de ingeniería. Las piezas de alta relojería se han transformado en un encuentro entre la tradición y la técnica, y sus clientes cada día exigen mayor complejidad en los movimientos; máxima calidad en cada detalle, y una genuina conexión con la historia de cada marca.

Se aprecia, en la industria de los relojes de lujo, una fuerte diferenciación entre hombres y mujeres. Mientras ellas generalmente optan por piezas más clásicas enfocadas en la joyería, los hombres valoran más la complejidad del movimiento, historia de la marca y materiales utilizados. En lo que ambos coinciden es en la preferencia por tamaños más contemporáneos, de mayor dimensión, y el atrevimiento para elegir mezclas de colores y materiales poco convencionales. La percepción generalizada de este comprador de relojes de lujo, es que cada pieza es una obra maestra del ingeniería, por lo que su valor se mantendrá en el tiempo, transformándola en una excelente inversión de largo plazo y en el regalo generacional ideal.

También se da una marcada tendencia entre las marcas de lujo a desarrollar co-brandings que las potencian. En ese sentido, por ejemplo, Hublot, relojes representados en Chile por joyería Mosso, acaba de hacer una alianza con Ferrari, siendo el Official Watch de la Escudería, a través de una serie de ediciones limitadas y mediante el uso y precisión de la tecnología Hublot, en la medición y tiempos, en la pista. Lo mismo que la innovación, como por ejemplo, es el caso de Hublot, que transgredió conceptos hasta entonces intocables, como combinar materiales oro con caucho, en una caja de reloj inspirada en la ventana de barco Ojo de Buey.

 

Fuente: El Economista América

 

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