6 tipos de trabajo que no debes aceptar si eres freelancer Ya sea por inexperiencia o por necesidad económica a veces aceptamos proyectos que pueden convertirse en un dolor de cabeza.

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A finales de la década de los noventa, la modalidad de Freelance o trabajador independiente que ya existía desde la Edad Media en Europa, cobró fuerza en países anglosajones, particularmente en Estados Unidos y luego se extendió rápidamente a España y a los países de América Latina.

Hoy en día, esta modalidad de trabajo ha dejado de ser novedosa pues se ha transformado en parte de la cotidianeidad a la que naturalmente nos han orillado las tecnologías.

Y aunque tiene múltiples ventajas, ser trabajador independiente no siempre resulta sencillo, sobre todo, en la elección de proyectos. Actualmente los errores para elegir un trabajo a desarrollar se cometen por dos situaciones principales: 1) somos amateurs y estamos empezando en esta modalidad 2) la crisis económica nos deja poco margen para elegir proyecto ideal.

Para evitar que tus tareas se conviertan en un dolor de cabeza, en Jobomas te compartimos algunos tips para reconocer cuáles trabajos evitar y cuáles son las señales de alerta de esos proyectos-problema:

 

#1. Su objetivo final no es claro o no lo tiene

Cuidado si aceptas un trabajo de estas características porque seguramente te estás exponiendo a que a lo largo de su realización, quien te contrate irá teniendo nuevas y nuevas ideas que nunca terminará de aterrizar. Si no está claro lo que tu cliente quiere lograr, no tomes el proyecto porque con seguridad será un lago recorrido de correcciones que te llevarán a perder dinero, tiempo y paciencia.

 

#2. Es extremadamente específico y riguroso

Estamos en el polo opuesto al punto anterior y también es un problema. Es cierto que hay que esforzarse por entregar al cliente lo que pide e incluso, un valor agregado sin embargo, también debe existir un margen de flexibilidad para modificar el proyecto porque los clientes son muy propensos a solicitar algo que o en realidad no se puede conseguir o de hacerlo, puede afectar otras partes del proceso y hacerlo ineficiente. Asegúrate de dejar esto en claro antes de aceptar el empleo o definitivamente, alguien terminará desertando.

 

#3. Clientes desconfiados

Sucede muy frecuentemente que tu empleador cuestiona absolutamente cada uno de los pasos que das en la realización de su proyecto y parece no confiar nunca en que estás haciendo bien el trabajo. En este caso deja que tu currículum y tu trayectoria hablen por ti pero si el cliente insiste en este comportamiento, retírate a tiempo y hazle notar contratar a alguien para resolver determinada necesidad sin estar convencido de que pueda hacerlo, es una pérdida de tiempo para ambas partes.

 

#4. Falsas promesas

No te dejes seducir por beneficios futuros que puedan ofrecerte a cambio de realizar un trabajo. Es muy sencillo, tú estás ahí para resolver una necesidad y no para que te hagan el ‘favor’ de ayudarte. A menos que tú percibas una compensación tangible (contactos, proyección, etc.) no dejes que un cliente evada el pago de tu trabajo con grandiosas ofertas que no puedes cuantificar.

 

#5. Regateo

Aunque no es lo ideal, puedes establecer un margen de flexibilidad entre el presupuesto que enviaste y la contra oferta que hace el cliente; todo esto teniendo en cuenta ciertos parámetros como la urgencia e importancia de tu trabajo para el cliente, el grado de dificultad o tu costo de inversión pero, es importante que tú mismo establezcas límites que no puedes rebasar y te mantengas firme en ellos. En ocasiones resulta difícil mantener esa postura por la falta de trabajo pero ello también es motivo para que los clientes abusen con frecuencia y no paguen lo justo por tus servicios aún teniendo el dinero. La recomendación es no devalúes tu trabajo porque estarás afectando tu futuro. Si tu cliente busca calidad y profesionalismo, debe estar dispuesto a pagar en proporción al beneficio que va a recibir.

 

#6. Sin anticipo no hay trabajo.

Es casi una regla general que quienes se resisten a aportar un porcentaje de anticipo por el proyecto o buscan miles de pretextos para demorarlo, no tienen la intención de pagar la totalidad. No aceptes un trabajo en el que lo único que tengas como garantía de pago sean promesas y buenas intenciones.

 

Seguro que encontrarás muchos de estos casos en tu camino y ya sea que logres esquivarlos o que caigas en una de estas malas experiencias, no pierdas la motivación sino al contrario, valora el esfuerzo que has hecho y todo lo que has invertido en poseer los conocimientos que te hacen un profesional. Recuerda que cada experiencia es un aprendizaje.

El trabajo es nuestro camino al éxito profesional. En Jobomas tenemos todo lo que necesitas para triunfar en el campo laboral: las mejores ofertas de empleo alrededor del mundo y cursos de formación a la medida de tus necesidades ymiles de empresas que buscan conocer tus talentos. Conéctate a nuestro sitio y encuentra con nosotros, tu trabajo ideal.

 

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