5 tips para una alimentación saludable en el trabajo No sólo se trata simplemente de productividad sino de calidad de vida. Una persona mal alimentada se ve afectada en su desempeño físico e intelectual.

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Aunque sabemos que trabajo y salud son dos elementos que están estrechamente relacionados, la mayoría de las veces no solemos poner mucha atención en ello, sobre todo en lo que a la alimentación se refiere.

Por comodidad y por falta de tiempo, hay una enorme cantidad de malos hábitos que adquirimos en cuanto al consumo de alimentos en nuestro centro de trabajo sin tomar en cuenta que una nutrición equivocada afecta enormemente nuestro rendimiento. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que una nutrición adecuada puede elevar la productividad de un empleado hasta en un 20 por ciento y que la ingesta de alimentos saludables influyen positivamente en el ánimo, la seguridad y la eficacia de los trabajadores.

También es importante distinguir que no todos los trabajos tienen la misma actividad por lo que los requerimientos calóricos son diferentes así que mientras en los trabajos sedentarios es importante mantener una dieta baja en grasa, los empleos que incluyen una actividad física intensa deber compensar la energía perdida con alimentos ricos en proteína y carbohidratos; en tanto, para aquellas actividades con horarios especiales o jornadas de larga duración es necesario incorporar vitaminas que permitan mantenerse alerta por un mayor periodo de tiempo.

 

Las claves para alimentarse bien

No sólo se trata simplemente de productividad sino de calidad de vida. Una persona mal alimentada se ve afectada en muchos aspectos: su desempeño físico e intelectual se reducen hasta en un 30 por ciento, padecen fatiga, cansancio, están irritables, no pueden concentrarse y sus reflejos son más lentos.

En Jobomas te compartimos algunos de los consejos para mantener una nutrición balanceada y saludable en tu centro de trabajo:

 

#1. Desayuna

Esta es una regla de oro casi siempre ignorada por los trabajadores. No te quitará más de 15 minutos alimentarte con algo ligero que te permita iniciar el día con energía y que te aleje de la comida chatarra que no le deja nada bueno a tu salud. El desayuno es la comida más importante de todo el día porque de ella depende que nuestro organismo inicie sus actividades al cien por ciento.

 

#2. Lleva un refrigerio

No es bueno pasar más de 4 horas sin alimentos en el estómago porque es el origen de trastornos alimenticios como la gastritis, los úlceras gástricas y los cálculos en la vesícula así que ten a la mano una colación que puedas disfrutar a medio día para matar el hambre. De preferencia inclínate por un refrigerio sano a base de fruta o verdura que puedas llevar desde casa.

 

#3. Como suficiente y come bien

No se trata de llenarte hasta que no te quepa más sino de tomarte un tiempo razonable para comer en calma y disfrutar de una cantidad moderada de alimentos. Elige verduras, frutas y aguas frescas antes que alimentos procesados, refrescos y postres con demasiada azúcar.

 

#4. Hidrátate

Uno de los grandes errores que cometemos es no tomar suficiente agua durante el día. El agua no sólo ayuda a deshacerse de todo lo que el organismo no requiere sino que además, la gran mayoría de los nutrientes se transportan y se procesan gracias a ella. Lo ideal es consumir entre seis y ocho vasos de líquido al día.

 

#5. Revisa

Existen seis funciones que deben cumplirse para que una alimentación sea considerada como completa así que verifica si estás llevando nutriéndote de manera adecuada:

- Suficiente. Que cubra tus necesidades de energía y nutrimentos.

- Completa. Que contenga alimentos de los tres grupos (frutas y verduras, cereales y carnes)

- Equilibrada. Muchas frutas y verduras, cereales en cantidad moderada y carnes en poca cantidad.

- Adecuada. Que se ajuste a tu cultura, tu religión y tu estado de salud.

- Variada. Que incluyas diferentes alimentos de cada grupo.

- Inocua. Que se prepare con las medidas higiénicas necesarias y que puedas consumirla en donde exista la suficiente limpieza.

 

Recuerda que una buena alimentación es la base para un buen desempeño en el trabajo y que invertir en una nutrición equilibrada es invertir en tu salud.

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