Cómo salir a las 5 de la oficina sin pendientes Cada vez pasamos más tiempo frente a nuestro escritorio, pero sentimos como si estuviéramos haciendo menos. Salir a tiempo del trabajo es posible, pero para lograrlo primero hay que desearlo.

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Es un patrón con el que la mayoría de los profesionales de tiempo completo nos identificamos: cada vez pasamos más minutos frente a nuestro escritorio, pero sentimos como si estuviéramos haciendo menos. Las horas se alargan, la lista de pendientes crece y te encuentras ante un futuro en el que bien podrías tener a un lado tu departamento y simplemente llevar un cepillo de dientes y tus pantuflas hasta tu lugar de trabajo. De lo contrario, nunca podrás terminarlo todo, ¿verdad?

¿Por qué no empezar por averiguar lo que estás haciendo con todo tu tiempo? Podría sorprenderte.

Quizá siempre estás tratando de escribir esa propuesta, pero no puedes dejar de revisar tu correo electrónico, o tu jefe pasa con frecuencia para asignarte tareas mientras intentas completar las que ya tienes.

Cualquiera que sea la razón, hacer demasiadas cosas a la vez puede disminuir la calidad de tu trabajo y sumar horas al final de tu día.

Si lo que buscas es optimizar el tiempo que pasas en el trabajo, averigua cómo lo distribuyes. Lleva una bitácora de tiempo.

Te mostrará en qué empleas tu tiempo y podrás decir ¿Por qué me tomó tanto editar? Porque necesitaba un receso o porque me atoré en el proceso, servirá para encontrar el tiempo perdido y mejorar tus procesos.

Filtra tus pendientes, deja sólo los fundamentales

Uno de los mayores errores que la gente comete en el trabajo es poner absolutamente todo en la lista de pendientes.

Olvídate de esa nueva app que promete ayudarte a hacer una lista y a completarlo todo. Se recomienda enfocarse de verdad para completar las tareas, y la mejor forma de lograrlo es la análoga.

Para muchas personas, incluso para los más aficionados a la tecnología, una lista de papel, incluso si la hacen en computadora y la imprimen, es mucho más útil.

Las alarmas no son sólo para las mañanas

No subestimes el poder de una de las herramientas más simples en tu smartphone: la alarma. Ser consciente del tiempo puede ayudarte a identificar y abordar todas las formas de distracción en el trabajo.

¿No es hora de que rompas con tu correo electrónico?

¿Cuándo fue la última vez que pensaste: “Necesito que me lleguen más correos electrónicos”?

El correo electrónico tiene sus tentáculos en todos lados: tu computadora, tu laptop, el smartphone y la tablet. Es una de las cosas más estridentes porque no entiende por qué no lo estás viendo en este preciso momento.

Planea tu jornada con tres días de anticipación

Confiar en que puedes planear tu día conforme vaya pasando es una mala idea; es muy probable que te enfrentes con tus pendientes y no tengas oportunidad de jerarquizarlos.

En su lugar, aparta un poco de tiempo antes de salir para planear para los siguientes tres días. Eso no sólo te mantendrá enfocado durante el día; entenderás mejor tus cargas de trabajo y podrás ver con mayor claridad si puedes afrontar o no más responsabilidades, o si resultaría mejor enfocarte en lo que ya tienes entre manos.

¿Y cuando todo falla?

Prioriza.

Si te has comprometido a salir de la oficina a una hora determinada y surge una tarea de último minuto que requiere tu atención pero no es algo de vida o muerte para la empresa, necesitas enfocar el tiempo que te quede de la jornada a esa tarea, pero no el resto de tu tarde.

Lo mejor que puedes hacer como profesional es tener una vida fuera de la oficina

No importa cuáles sean tus preferencias de vida/trabajo, es un punto en el que casi todos están de acuerdo: la gente más creativa es la que da prioridad al tiempo que pasa fuera de la oficina.

 

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Fuente: Kathryn Dill

 

 

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